El otro día le estaba leyendo siddhartha a mi mamá y al leer este capitulo (Govinda) comencé a llorar...
-El mundo mi amigo Govinda, no es imperfecto ni se halla en la lenta transformación hacia la perfección. No, el mundo es siempre perfecto: todos los pecados contienen en si la gracia; todos los jóvenes, la vejez; todos los recién nacidos, los muertos y así mismo todos los moribundos contienen en sí la vida. Es imposible para los seres humanos saber en que punto del camino se halla otro ser; Buda espera en los ladrones, en los jugadores de dados; un ladrón puede estar esperando en un brahmán. Solo a través de la meditación profunda se puede eliminar la noción del tiempo y ver simultáneamente el pasado, el presente y el futuro. Entonces todo es bueno, perfecto todo es brama.
Por esto a mi me parece bien lo que existe: la vida es como la muerte, el pecado como la santidad, la inteligencia como la estupidez; todo debe ser así, todo requiere nada mas que mi aprobación, mi voluntad, mi compresión amorosa; y de esta manera es bueno para mi, nunca podré hacerme daño. He sentido en cuerpo y alma que me hacia falta el pecado, que necesitaba la lujuria, la vanidad, el afán de lucro, que necesitaba la más vergonzosa de las vanidades para aprender a vencer mi resistencia,para aprender a amar este mundo y dejar de compararlo con el mundo que yo imaginaba, con cualquier tipo de perfección inventada por mi.Y aprendí a apreciar el mundo tal cual es y amarlo y pertenecer alegremente a el.
Siddhartha se agachó, tomó una piedra del suelo y la sopesó en su mano.
-Esto-dijo jugueteando- es una piedra y quizás dentro de un tiempo sea tierra y después se transforme en planta, animal o ser humano. Pues bien, antes yo hubiera dicho: “Esta piedra es solo una piedra, carece de valor y pertenece al mundo de Maya. Pero como dentro del ciclo de las transformaciones puede llegar a ser un ser humano o conciencia, debo darle algún valor”. Así es como yo habría pensado antes. Pero hoy pienso: “Esta piedra es una piedra y también es un animal, es Dios, es Buda. La amo y la venero no por lo que puede ser algún día sino por lo que siempre ha sido la amo precisamente porque es una piedra y en este momento se presenta ante mi como tal, y encuentro un sentido en cada una de sus venas y cavidades, en el amarillo en el gris, en la dureza, en el sonido que emite cuando la golpeo, en la sequedad o humedad de su superficie”. -
Por esto a mi me parece bien lo que existe: la vida es como la muerte, el pecado como la santidad, la inteligencia como la estupidez; todo debe ser así, todo requiere nada mas que mi aprobación, mi voluntad, mi compresión amorosa; y de esta manera es bueno para mi, nunca podré hacerme daño. He sentido en cuerpo y alma que me hacia falta el pecado, que necesitaba la lujuria, la vanidad, el afán de lucro, que necesitaba la más vergonzosa de las vanidades para aprender a vencer mi resistencia,para aprender a amar este mundo y dejar de compararlo con el mundo que yo imaginaba, con cualquier tipo de perfección inventada por mi.Y aprendí a apreciar el mundo tal cual es y amarlo y pertenecer alegremente a el.
Siddhartha se agachó, tomó una piedra del suelo y la sopesó en su mano.
-Esto-dijo jugueteando- es una piedra y quizás dentro de un tiempo sea tierra y después se transforme en planta, animal o ser humano. Pues bien, antes yo hubiera dicho: “Esta piedra es solo una piedra, carece de valor y pertenece al mundo de Maya. Pero como dentro del ciclo de las transformaciones puede llegar a ser un ser humano o conciencia, debo darle algún valor”. Así es como yo habría pensado antes. Pero hoy pienso: “Esta piedra es una piedra y también es un animal, es Dios, es Buda. La amo y la venero no por lo que puede ser algún día sino por lo que siempre ha sido la amo precisamente porque es una piedra y en este momento se presenta ante mi como tal, y encuentro un sentido en cada una de sus venas y cavidades, en el amarillo en el gris, en la dureza, en el sonido que emite cuando la golpeo, en la sequedad o humedad de su superficie”. -
Quien dijo que era fácil llorar?
Cuanto debe trabajar el cuerpo, para hacer caer agua salada…
Así que no, no me digas que los milagros no existen.